De forma inesperada no sólo hemos disfrutado de una semanita de vacaciones en pleno mes de abril surcando el Adriático, que está muy bien, sino que además hay previsión de otras para agosto y digo esto porque antes, nada más empezar el año, le comunican a Nerea que van a prescindir de sus servicios el 1 de marzo..... así que os podéis imaginar que lo que nos ha rondado estas semanas por la cabeza era de todo menos pensar en vacaciones. Y mira por donde en menos de dos meses hemos pasado de la incertidumbre del desempleo a la vuelta a la actividad laboral en otra empresa y con carácter indefinido ... a veces la suerte es tu aliada.

Este es el primer crucero que realizamos, así que vamos sin tener muy claro como será el día a día a bordo. Pero bueno, son vacaciones, así que siempre será algo positivo.

Como se ha comentado en el enunciado de la página principal de Vacaciones sin Mochila, necesitábamos (Nerea más que yo) “Resetear la Unidad Central”, por lo esto del crucero parecía una buena idea.

Como suele pasar últimamente tenemos que desplazarnos fuera de Euskadi para iniciar el viaje. El vuelo lo teníamos que coger el lunes 16 de abril en la T1 de Barajas a las diez de la mañana, así que para las ocho teníamos que estar facturando las maletas. En esta ocasión decidimos salir en domingo y pasar noche en un hotel cercano al aeropuerto para evitar en lo posible el tráfico de Madrid en un día laborable.

El crucero lo contratamos con Pullmantur, y el avión también era de la misma compañía, un Boeing 747-200.

Lo más grato que encontré en el tema de la facturación fue que para antes de facturar el personal de tierra se encargaba de darnos la documentación para vuelta (el regreso sería en la misma aeronave y en el mismo asiento) y no tendríamos que facturar el equipaje en el aeropuerto de Atenas ya que la compañía se encargaba de traslado del equipaje del barco al avión.

Así que facturamos en Barajas y hasta que recogimos las maletas a la vuelta de nuevo en Barajas, nos despreocupamos de ellas.

Volamos hasta el aeropuerto de Bolonia (Bologna) en Italia. Aquí había opción de empezar con las excursiones, pero Nerea y yo teníamos muy claro el motivo de estas mini-vacaciones de primavera. No queríamos hacer nada. Así que tomamos el autobús que nos lleva directamente al Puerto de Revenna.

Tras el papeleo y configurar las tarjetas magnéticas que hacen la función de tarjeta identificativa, llave de camarote y tarjeta de crédito, embarcamos en el Zenith.



Ravenna, lunes 16 de abril

Sería cerca de las cinco de la tarde y desde que salimos de Barajas no habíamos comido pero, … daba igual, el buffet de la cubierta 11 siempre está abierto, así que tras dejar el equipaje de mano en el camarote nos dirigimos a explorar el barco, empezando por donde comer. No comimos mucho ya que teníamos el primer turno de cena en el restaurante y eso significa que para las 20:00 ya estabas cenando.

La gestora de la agencia de viajes nos recomendó coger una mesa de varios comensales, porque si pides una pequeña, para cuatro, puede que la pareja que tengas en frente sean un poco “especiales” … y tienes que cenar todas las noches con ellos (… eso o pasas del restaurante y subes al buffet.

Hubo suerte y la compañía en las cenas resultó muy interesante y amena,... y como no, divertida. Conocimos a una pareja de Alcorcón (Madrid) la mar de majos, Merce y Angel. Celebraban sus bodas de plata, y para ellos éste también era su primer crucero. Tras la cena fuimos a unos de los bares a tomar un café y un par de mojitos.
Por si no lo he comentado antes en este viaje estaba todo incluido (excepto las excursiones, spas, casinos, tiendas, Internet y algunas bebidas especiales).

Y a las nueve de la noche el simulacro de emergencia, suena la alarma y cada pasajero ha de ir a su camarote a coger el chaleco salvavidas y con él puesto dirigirse a la Estación de Emergencia que le corresponda (hay varias estaciones).Una vez escuchados los consejos ante un hipotético abandono del barco regresamos a los camarotes a dejar los chalecos.

En la discoteca empieza una fiesta de los años70 y 80. Nos tomamos una copa en uno de los bares y decidimos dar por terminado el día que ha sido largo, además el cansancio empieza ha hacer mella.
También está la intención de madrugar y subir a la cubierta 12 (Solarium) y ver amanecer entrando en Venecia. Dicen que es algo maravilloso.

Como datos de interés decír que nuestro camarote era de Categoría E - Exterior Superior, Cubierta Caribbean (Cubierta 6) en la foto de abajo hay una panorámica del mismo.






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